Poemas. "Mi gente del campo"

Tras la publicación al completo en esta sección que el blog me permite para hablar libremente sobre cualquier tema de la obra conjunta entre un servidor y José Ignacio Naranjo, Fabula regis, en el avance del viernes, publicado el lunes, como título del reportaje de hoy se hallaba algo así como ¿Conect@-t con el cambio?. Supongo que nuestros lectores españoles sabrán perfectamente a lo que me refiero, pero viendo el panorama político y social de nuestro país en estos últimos días, lo último que quería era amargaros el viernes y el fin de semana con doctrinas pseudopolíticas que en este blog no vienen al caso.
Por tanto, y recordando que tuve un tiempo en que me dio por escribir poemas (al menos, no relacionados con temas religiosos, los cuales sigo escribiendo en la actualidad), he decidido ir publicando estos poemas aquí cada semana. Esperando que os guste, comenzamos con el primero de estos poemas.

Lo titulé Mi gente del campo, y es un homenaje a mis orígenes. Todos mis antepasados, desde siempre, se han dedicado a trabajar y labrar el campo; un trabajo duro, poco satisfactorio, pero del que hay que sentirse orgulloso. Recuerdo perfectamente que este poema lo escribí como parte evaluable de un Taller de Poesía, que realicé durante las horas de Alternativa en 2º de la ESO. Así que, sin más dilaciones, os dejo con el poema, esperando que sea de vuestro agrado.

MI GENTE DEL CAMPO

Con olivos de hojas verdes

y los troncos retorcidos;

se posan en las encinas 

pájaros recién venidos.

La tierra seca es testigo

de las pisadas cansadas;

pisadas hondas y huecas,

y unas manos destrozadas. 

Las aceitunas esperan

que una mano las recoja. 

Y, mientras tanto, un lamento

retumba con su congoja. 

Las aves están cargadas

del eco de este lamento. 

Lo llevan sin rumbo alguno

buscando algún sentimiento. 

¡Qué desprecio que le tienen

a la gente que es del campo!

La que recoje sus frutos

y los lleva a disfrutarlos. 

Pasando calor y frío 

está la gente del campo. 

Riendo, llorando y sufriendo.

Siempre la gente del campo.