ESCENA 6
(Lola se encuentra haciendo las tareas de casa. Se ve como le cuesta realizarlas debido a la paliza que ha recibido)
- LOLA: Él no es así… por supuesto que no. Soy yo… Debo de ser yo… Es eso…
(Suena la puerta, Lola la abre y aparece un señor trajeado)
- LUIS: Buenas tardes, ¿Es usted Dolores?
- LOLA: Sí…
- LUIS: Soy el inspector de policía Luis Rivera. ¿Puedo pasar?
- LOLA: Sí, pase.
(Ambos se sientan en el sofá)
- LOLA: ¿Me puede decir que ocurre agente? (Con tono de preocupación) ¿Le ha pasado algo a mi marido?
- LUIS: (Mira a Lola con cara de preocupación) No vengo precisamente por el… más bien vengo por usted.
- LOLA: ¿Por mí?
- LUIS: Sí, el otro día recibimos una llamada de una vecina suya diciéndonos que en esta casa estaba ocurriendo un conflicto entre su marido y usted. ¿Es eso cierto?
- LOLA: No… mi marido y yo llevamos una vida de lo más apacible y tranquila, no sé porque le habrán llamado pero claramente se han equivocado de persona, así que si no le importa estoy muy ocupada…
- LUIS: (Coge el brazo derecho de Lola y comprueba que tiene varios cardenales en el) ¿Me puede decir cómo se hizo esto?
- LOLA: Me choque ayer con la encimera mientras preparaba la comida. ¿Es qué una ama de casa no puede tener ningún tipo de accidente en su hogar? Por favor…
- LUIS: Mire Dolores…
- LOLA: Llámeme Lola, si no le importa.
- LUIS: Como usted quiera… Lola llevo 20 años en el mismo empleo y sé ver perfectamente cuando una mujer está…
- LOLA: ¿Quiere insinuar que mi marido me pega?
- LUIS: No lo insinúo… Tiene moratones en sus dos brazos y su cara está totalmente magullada. Me imagino que ayer tuvieron una pelea bastante fuerte, y su marido le agredió sin pensarlo dos veces… ¿Me equivoco?
- LOLA: (Se queda en silencio durante unos segundos) El no es así…
- LUIS: Lola escúcheme con atención, estoy aquí para ayudarla y hacer que ese cabrón que tiene por marido no salga más a la calle en lo que le queda de vida.
- LOLA: (Lola le pega una torta a Luis) ¡Usted no sabe de lo qué está hablando! ¡El me quiere y no voy a permitir que hable así de él!
- LUIS: Dios… Lola usted no tiene porque sufrir. Estoy viendo que ha sido maltratada tanto físicamente como psicológicamente y creo que la puedo ayudar así que por favor, cuénteme que le ocurre, confíe en mí.
- LOLA: Simplemente tuvimos una discusión, nada más.
- LUIS: ¿En esa discusión hubo algo más que palabras?
- LOLA: Puede…
- LUIS: Lola, ¿Sí o no?
- LOLA: El lo hizo por mi bien, señor agente, me estaba pasando y dije cosas muy malas, cosas que no se merecía.
- LUIS: ¿Cómo qué?
- LOLA: Le insinúe que trabajaba poco y que últimamente no me demostraba que me quería… Pero yo fui la culpable, trabaja mucho y hace poco lo han despedido y para colmo yo voy y le sigo atosigando con todo esto. ¿Entiende ahora que él no tiene ninguna culpa?
- LUIS: Lola, todo lo que me ha dicho no es causa suficiente para agredir a alguien. Su marido ha sido quien ha actuado injustamente, no usted. Estás recibiendo un gran acoso ¿De verdad no ve que su marido le está haciendo todo esto porque quiere? No es por el trabajo, ni porque usted no le dé suficiente cariño… es porque su marido es un maltratador, y usted su víctima.
- LOLA: Parece que ha sido usted quien no lo ha comprendido… En una pareja existen roces, pero el amor que sentimos Enrique y yo no se puede comparar con nada en esta vida… Agente, yo le amo, y él me sigue queriendo así que si está intentando decirme que le denuncie no lo va a conseguir.
- LUIS: Como usted quiera. Me iré, pero Lola quédese con lo siguiente: Cuando una persona ama a otra no le hace daño intencionadamente… Ahora mismo solo puedo ver el amor que usted siente por él, ya que por mucho que lo intente ocultar le ha dado una gran paliza y aún así le sigue amando…
- LOLA: ¿Quiere decir que mi marido no me ama?
- LUIS: Yo no he dicho eso… usted me lo acaba de decir a mí.
- LOLA: Buenos días agente.
- LUIS: Por favor, quédese con eso. Y recuerde, voy a seguir vigilándoles para encontrar pruebas y poderle encerrar en la cárcel a ese…
- LOLA: (Enfadada) ¡He dicho que buenos días!
- LUIS: Buenas noches tenga usted.
(Luis se va del escenario y Lola se queda sola en el sofá)
- LOLA: “Cuando una persona ama a otra no le hace daño intencionadamente” ¿Por qué estoy pensando en esas palabras? Sé que Enrique ha estado un poco violento conmigo estos días, pero aún así es mi marido y… ¿Lo quiero? Ahora no lo sé. Esas palabras que ha dicho el agente me han hecho reflexionar y ahora lo veo todo más claro. Ahora mismo estoy viendo pasar cada torta que Enrique me ha dado, cada lágrima que he derramado pensando “Es una temporada”, “Está muy estresado”, “El no es así…”, cada pedazo de mi corazón que ha destrozado con sus frías manos convirtiéndolo en polvo... Pienso que hubiese desfallecido hace mucho tiempo atrás, de no ser por Gabriel, todavía me pregunto si no es más que una realidad que mi mente ha creado para no sentirme sola, pero sus brazos desprenden un calor que nunca antes había sentido y… creo que estoy empezando a sentir algo por él. Ahora tengo los ojos abiertos, no más lagrimas, no más perdones, ¡Ya está! (Se levanta del sofá) ¡Se acabó!
(Suena una llave abriendo la puerta y de fondo la voz de Enrique)
- LOLA: Es Enrique (Escucha la voz de una mujer de fondo) y parece que no está solo… Me esconderé para pillarlos y pedirle explicaciones a Enrique, ya que esto definitivamente se ha acabado.
(Lola se esconde y Enrique y Ana entran en la casa)
- ENRIQUE: Ana, hoy estás muy mona… Daría lo que fuera por estar contigo todo el día.
- ANA: Enrique, quiero hablar contigo acerca de una cosita…
- ENRIQUE: ¿Sobre qué?
- ANA: Verás…
(Lola aparece)
- LOLA: Enrique.
- ENRIQUE: Lola, ¿Qué haces aquí?
- LOLA: Es mi casa, no tu picadero.
- ENRIQUE: ¿Insinúas algo?
- LOLA: No te insinúo nada, te lo digo a la cara, te he estado aguantando de todo porque aún creía que me amabas, pero veo que esto no es así.
- ENRIQUE: Si te amo o no es mi problema, puede que Ana me esté dando algo que tú no me puedes dar…
- LOLA: Yo te he dado toda mi vida, y tú la has pisoteado como un trapo sucio.
- ENRIQUE: No te quiero oír más sandeces sin sentido, ahora mismo quiero que te vayas de casa. Quiero estar a solas con Ana.
- ANA: Enrique… basta.
- ENRIQUE: ¿Cómo?
- ANA: Sé lo que le hiciste a Lola, lo vi con mis propios ojos.
- ENRIQUE: Eso no es verdad… porque no le he hecho nada a Lola.
- ANA: ¡Mentira! Le pegaste cabrón sin sentimientos.
- ENRIQUE: (Le pega una torta a Ana y la cae al suelo) ¿Quién eres tú para decir que yo soy un mentiroso? Mira puta de barrio ahora te vas a callar porque no le he pegado a nadie y si se te vuelve a ocurrir decirle a alguien lo contrario te aseguro que te arrepentirás.
- ANA: No te tengo miedo… ya no.
- ENRIQUE: Verás cómo sí.
(Enrique intenta dar una torta a Ana, pero Lola se pone de por medio parando la torta)
- LOLA: ¡No vas a pegarle a nadie más!
- ENRIQUE: Apártate.
- LOLA: ¡No!
- ENRIQUE: Te arrepentirás de esto.
- LOLA: Enrique, escúchame, déjala que se vaya, ella no tiene nada que ver en todo esto, te lo pido como un último favor.
- ENRIQUE: ¿Por qué la tendría que dejar marchar?
- LOLA: Si alguna vez me has querido, déjala marchar.
- ENRIQUE: ¿Y si se lo dice a alguien? No me puedo a arriesgar Lola.
- LOLA: Ana, júrame que no se lo vas a decir a nadie.
- ANA: (Ana asustada y sin poder hablar niega sin parar) No.
- LOLA: Por favor.
- ANA: No.
- LOLA: Ana, te quiero y te lo perdono todo, pero tienes que salir de aquí y no se lo puedes decir a nadie. Te lo ruego. Hazlo por mí.
- ANA: Te quiero Lola. (Ana se va hasta la puerta) y perdóname, porque te juro que esto no quedará así, Enrique no vas a maltratar a nadie más. (Ana sale corriendo de la casa)
- ENRIQUE: Que hija de puta. Sabía que no podía confiar en ella. Todo ha sido por tu culpa y solo por tu culpa, ahora… que de esta no te va a librar ni lo ángeles del cielo.
(Enrique intenta darle una torta a Lola pero aparece Gabriel mientras él estaba hablando y le para la mano)
- ENRIQUE: ¿Pero qué…? ¿Por qué no le puedo pegar?
- GABRIEL: Te lo dije, no la volverías a tocar nunca más.
- ENRIQUE: No puedo hacer nada… Voy a ir a lavarme la cara. Lola no te muevas de aquí.
(Enrique se va de escena y Gabriel y Lola se abrazan)
- LOLA: Gabriel, muchas gracias.
- GABRIEL: Ya ha pasado todo Lola, tranquilízate.
- LOLA: He tenido mucho miedo… todavía me tiemblan las manos.
- GABRIEL: Lo peor ya ha pasado, ahora le has plantado cara.
- LOLA: Ya lo sé, y me siento mucho mejor como si me hubiese quitado un peso de encima, pero…
- GABRIEL: ¿Pero qué?
- LOLA: Gabriel, tengo que confesarte algo.
- GABRIEL: Habla.
- LOLA: Gabriel, te amo.
- GABRIEL: Lola… esto no puede ser.
- LOLA: ¿Por qué?
- GABRIEL: Yo soy un enviado, sólo eso.
- LOLA: No, eres el ser que me ha dado la fuerza suficiente para seguir adelante y poder tener la valentía de enfrentarme a él. Me has redescubierto lo que significar querer a alguien y darlo todo por esa persona. Te amo.
- GABRIEL: Lola, yo también te amo, pero…
- LOLA: ¿Pero qué? ¿Qué ocurre Gabriel?
- GABRIEL: No te lo puedo decir.
- LOLA: ¿Por qué?
- GABRIEL: Porque es algo tan fuerte que ni yo puedo hacer algo para impedirlo… y aunque te ame por encima de todas las cosas, no quiero que eso ocurra. Me siento sumamente impotente ante esto.
- LOLA: Gabriel… pase lo que pase (Le coge de la mano) mi corazón siempre estará contigo.
- GABRIEL: Lola… me tengo que ir…
- LOLA: Adiós… ¿Cuándo te podré volver a ver?
- GABRIEL: (Le da un beso en la mejilla) Desgraciadamente muy pronto…
(Gabriel se va de escena)
- LOLA: Quiero que esto acabe. ¡Quiero que esto acabe! Clamo a Dios pidiendo que tenga compasión y termine con todo este drama. ¡Dios mío llévame contigo!
(Aparece Enrique armado con una pistola y unos guantes de látex)
- LOLA: ¿Qué es eso Enrique?
- ENRIQUE: Lola, sabías que todo esto iba a terminar de esta manera. Toda obra tiene un final, y en tuyo es uno bien triste. La princesa cuyo príncipe nunca quiso. Demasiado trágico ¿No crees?
- LOLA: ¿De verdad piensas matarme? Después de todo lo que hemos pasado juntos. Yo te amaba Enrique, ¡Yo te amaba!
- ENRIQUE: El amor no es eterno, y el mío se fue hace mucho tiempo.
- LOLA: (Se pone ella misma la pistola en el pecho) Si de verdad me odias, si todo lo que hemos pasado no ha sido nada, aquí te dejo mi vida en tus manos. Así que ¡Mátame para que me puedan ir de este infierno! ¡Mátame y libérame de esta cárcel de cuatro paredes! ¡Mátame y olvídame para siempre! (Los telones se van cerrando) ¡Mátame Enrique! ¡Mátame!
(Se cierra el telón, se escucha un tiro y un cuerpo en el suelo)