viernes, 30 de diciembre de 2011

Villancicos

Hoy, en la sección de Música, vamos a dedicarnos a una de las cosas más típicas en estas fechas navideñas: los villancicos. Vamos a descubrir cuál es su origen y cómo han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Comencemos.
Las primeras composiciones que podemos denominar con este nombre surgieron hacia la segunda mitad del siglo XV, durante el renacimiento como una evolución de formas musicales populares mucho más antiguas. Formas similares eran llamadas hasta el siglo XV cantigas o canciones.
Su nombre tiene probablemente su origen en que se trata de composiciones de naturaleza popular, cantadas por los villanos o habitantes de las villas, típicamente campesinos u otros habitantes del medio rural. Eran cantados en fiestas populares, originariamente sin temática específicamente religiosa, siendo los principales temas los acontecimientos recientes del pueblo o la región. El género se amplió posteriormente hasta incluir temas de diverso tipo.

Métrica

La forma poética está influida por composiciones tradicionales de origen mozárabe, tales como el zéjel que alternaba estrofas cantadas por un solista con un estribillo a coro. Éste dio paso a otras formas como la cantiga de estribillo o la cantiga de refram galaico portuguesa.
La estructura básica del villancico la forman dos elementos: el estribillo y las coplas, si bien su estructura es muy variable tanto en el número de versos como en la rima o la alternancia entre estribillo y coplas. Los versos son por lo general hexasílabos u octosílabos y componen un estribillo inicial, a veces con introducción, que consta típicamente de tres o cuatro versos que se repiten a lo largo de la obra, y unas coplas, divididas a su vez en dos mudanzas y una vuelta. Las mudanzas, que con frecuencia tienen rima simétrica formando entonces una redondilla o alternativamente una cuarteta, van seguidas de la vuelta o enlace de tres o cuatro versos en los que el primero tiene la misma rima que el último de la mudanza y el resto, o al menos el último, enlazan con el estribillo.
Una forma poética pariente del villancico es la letrilla que en el siglo XVI pasó a denominar cualquier poema con estribillo, y que generalmente es de carácter satírico.

Música

En su forma clásica en el villancico marca la pauta la melodía del canto apoyada por un acompañamiento en tono grave que forma un buen soporte armónico por parte de las voces internas; el registro superior es el que lleva asociado el texto, el cual sigue la melodía en modo silábico; el cierre de los versos corresponde generalmente a las diversas cadencias. El discurso horizontal se orienta según procedimientos tonales ante litteram: por otra parte basta pensar que hay villancicos construidos también sobre un esquema de danza (sobre todo los más recientes pero también durante el renacimiento, en el lenguaje tonal) como passamezzo o folía. La polifonía se acrecienta generalmente mediante un inteligente contrapunto derivado de la imitación de las frases musicales individuales entre las diversas partes, aunque el estilo homofónico y homorrítmico no sea inusual. El compás, en general binario, en ocasiones se aproxima a ritmos ternarios.

Hablemos ahora de la evolución que han tenido los villancicos a lo largo de la historia: 
En la primera época el género está poco definido encontrándose todo tipo de temas, desde narración de sucesos locales, canciones amorosas hasta sátiras y burlas, y con poca presencia de la temática religiosa y cuando la hay no está específicamente asociada con la Navidad u otras festividades. La mejor muestra de este período se halla recogida en el Cancionero de Palacio (1474-1516), siendo Juan de Enzina el principal compositor de la época. Otras recopilaciones importantes son el Cancionero de la Colombina(1490), el de Sablonara, el de Stúñiga o el de la Casa de Medinacelli. La música de este período es sencilla, buscando la adaptación al texto.
La polifonía suele ser en esta primera época a tres o cuatro voces. Posteriormente, durante el siglo XVI, y de forma paralela a los villancicos polifónicos se empiezan a componer algunos a una sola voz y con acompañamiento de vihuela que a partir del siglo XVII sería de guitarra.
A partir de la segunda mitad del siglo XVI las autoridades eclesiásticas comenzaron a promover como una medida evangelizadora el uso de música en lengua vernácula en los oficios religiosos, especialmente durante las fiestas del calendario religioso, especialmente en Navidad y el Corpus Christi. Estas piezas eran cantadas en la misa de mañana de estas festividades. Las catedrales e iglesias de importancia se dotaron de un cuerpo de músicos y un maestro de capilla encargado de componer especialmente para estas ocasiones. Los principales cantorales que se conservan de esta segunda época son el Cancionero del Duque de Calabria o de Upsala (debido a que la única copia que se conserva está en la biblioteca universitaria de esta ciudad sueca), el Cancionero de Medinaceli y las Canciones y Villanescas Espirituales de Francisco Guerrero. El villancico también se abre paso hacia otras formas artísticas literarias como el teatro como en la obra de Gil Vicente o la novela pastoril con Jorge de Montemayor. También Santa Teresa compuso algún poema con esta forma.
Musicalmente el villancico se hace más complejo acentuándose la distinción entre coplas y estribillo, el cual se hace más largo y polifónico, mientras que las coplas se acortan y se hacen más homofónicas reduciendo el número de voces.
En el siglo XVII el villancico es un género sumamente popular, constituyendo la mayor parte de la producción musical española de la época. Se componen multitud de villancicos devocionales para las distintas festividades religiosas tales como la Asunción, la Inmaculada Concepción o festividades de santos además del Corpus Christi o la Navidad. En esta época el villancico se sofistica aún más añadiendo más voces a la polifonía, hasta ocho distribuídas en dos coros situados en diferentes partes de la iglesia y acompañamiento de violín, arpa y órgano. El estribillo se hace más largo y complejo polifónicamente, mientras que como contraste las coplas se acortan y simplifican musicalmente. También se introducen algunos elementos dramáticos. Son músicos importantes de este período entre muchos otros Cristóbal Galán, Juan Hidalgo y Sebastián Durón.
El siglo XVIII marca el inicio de la decadencia del género, el cual recibe cada vez más influencia de la música vocal italiana que por entonces dominaba el panorama musical europeo. Los villancicos alteran su sencilla estructura inicial complicándose con nuevas secciones musicales a imitación de la cantata, deviniendo en una sucesión de recitativos y arias da capo según el modelo de la ópera italiana. Los de Antonio Soler, escritos durante la segunda mitad del siglo, son quizá los más recordados en la actualidad. En 1765 se prohíben los villancicos en los actos religiosos.

Espero que ahora sepan un poco más sobre el origen de los villancicos. Y hoy nos despedimos de esta sección con un popurrí de villancicos populares andaluces tocados de una forma muy peculiar, por una Agrupación Musical, concretamente por la AM Virgen de los Reyes de Sevilla. Disfruten de ella, y feliz Año Nuevo 2012. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario