El pasado domingo tuve la oportunidad de ver de nuevo, tras algunos años, esta hermosa película en la tele... y el volver a escuchar este prodigio musical me elevó a un estado de nostalgia tremendo. Y es que esta película guarda conmigo algunas relaciones de recuerdos que poco tienen que ver con la trama en sí... y ese es el poder de Hans Zimmer: es capaz de que te sientas identificado con cada una de sus composiciones. Pero dejemos de habla de este compositor en general y centrémonos en la película que nos ocupa hoy.
Durante toda la película, el sonido musical nos hace evadirnos hasta la Antigua Roma. Con la composición The Battle (épica donde las haya), consigue que cierres los ojos y, junto con el sonido de las espadas chocando entre sí, viajes hasta la fría Germania para luchar por la gloria de Roma. Con un tema musical repetido a lo largo de la película, con algunas variaciones (y con un tremendo parecido a "Piratas del Caribe), Zimmer consigue producir una unidad musical que, valga la redundancia, produce en los espectadores la sensación de que la historia está cohesionada, supliendo algunos errores en la película.
La otra gran composición es Now we are free. Me quedo sin adjetivos para describir este tema. Elegante, sublime, precioso... es justo lo que necesitaba el final de la película para rematar la faena. Si unimos el desenlace del filme y esta composición, obtendremos una mezcla de sentimientos difíciles de contener, y hablo con conocimiento de causa.
Perdonad por las pocas descripciones objetivas, pero como siempre digo, la música es arte... y el arte es en su definición subjetivo. Que cada cual sienta esta banda sonora como quiera y como pueda. Pero lo que sí pido es que la disfrutéis, porque algo así no se ve todos los días. Os dejo algunos vídeos sobre esta BSO:
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