El pasado jueves 17 de noviembre tuve la oportunidad de realizar una visita al Museo Arqueológico de Sevilla, dentro de la programación de la asignatura de Historia del Arte de 2º Bachillerato. Lo cierto es que no era la primera vez que iba a este museo, pero tengo que reconocer que esta vez ha sido distinta, por el mero hecho de que iba acompañado por un profesor que sabe del tema que podía complementar perfectamente toda la información que traían los panfletos. El edificio que lo alberga fue construido con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 como Pabellón de Bellas Artes.
El Museo contiene obras históricas de gran valor, situándolo entre uno de los mejores de España. Las colecciones más abundantes son las romanas provenientes de sus yacimientos cercanos de Itálica y Écija.
Posee dos plantas, divididas en Salas según la época y cultura, conteniendo objetos desde la época prehistórica hasta la Edad Media.

Se aconseja un recorrido en orden cronológico, comenzando en la planta baja con las salas correspondientes al Paleolítico y Edad de Bronce, Cultura Tartésica e Iberoturdetana. Luego sigue el recorrido en la planta principal, con las salas correspondientes al Período Romano, Antigüedad Tardía y finalmente la Edad Media y Moderna. Todo el recorrido puede llevarle alrededor de dos horas.

Los objetos de mayor valor son el “Tesoro del Carambolo”, perteneciente a la civilización de Tartessos, del cual se exhibe un réplica, y el Tesoro del Cortijo de Ebora.


la Venus de Santiponce,

Diana, Trajano y la cabeza de la Diosa Hispania, además de numerosos mosaicos romanos, dando testimonio de la epoca, pertenecientes a Santiponce e Itálica.

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