domingo, 13 de noviembre de 2011

La ermita de Gelo (Benacazón)

Buenas a todos. En primer lugar, quiero pedir disculpas por no haber publicado los reportajes en sábado, tal y como os prometí el lunes, pero me ha sido imposible, por falta de tiempo. Así que, rogando de nuevo que me disculpen, y sin más demora, comencemos.

En nuestro reportaje de hoy no nos vamos a ir a Roma, París o Turín, no. Esta vez nos vamos a quedar en Sevilla, concretamente en mi querido pueblo de Benacazón, aunque un poco a las afueras. Vamos a hablar un poco sobre la Ermita de Gelo.

Se trata de una ermita que está a tres kilómetros de Benacazón, en la carretera Sevilla-Villamanrique, junto a la Hacienda de Gelo. Es de origen mudéjar y sobre ella se eleva una esbelta espadaña del siglo XVII.

La ermita está constituida por un sencillo edificio de planta rectangular que interiormente se divide en tres naves mediante dos hileras de pilares rectangulares y se cubre con estructuras de madera a dos aguas, renovadas en el año 1939. Al fondo, en la cabecera, aparece la Capilla Mayor, de planta cuadrada y cubierta por bóveda de paños sobre trompas, junto con otras dos dependencias laterales.

Exteriormente posee dos portadas: una pequeña a los pies, que sería la original de la ermita, realizada con hueco acabado en arco apuntado y cornisa con almenas de gradas; y otra sobre uno de los laterales, formada por un amplio hueco adintelado, que aparece flanqueado entre pilastras y coronado por un frontón recto, y que fue abierta en el siglo XVII.


En el Cabildo Catedral del 3 de febrero de 1631, presidido por el deán Francisco de Monsalve, se puso de manifiesto la urgente necesidad de construir un campanario para este edificio mudéjar del siglo XV situado a las afueras de Benacazón, ya que era del todo necesario “para llamar a los fieleDe dos cuerpos decrecientes, el inferior arranca de un zócalo limitado por amplias molduras, más airosa la superior. Dos vanos cerrados por medios puntos de señalada imposta, son flanqueados por pilastras, que se continúan en el entablamento superior con resaltes de bolas. Este mismo tipo de pilastras configura los laterales de la espadaña. Sobre una volada cornisa decoradas con pares de mútulos, y anclada en sus extremos con dados con florones, que se corresponden con los soportes inferiores, carga el segundo cuerpo, de vano único, estructurado por pilastras de esquema idéntico al señalado. El conjunto se corona con un frontón recto.El maestro mayor diseñaría la espadaña, que, de sencilla estructura, sigue el esquema habitual de los campanarios conventuales sevillanos de la época. Realizada en ladrillo y enfoscada, aparece rematando la portada apuntada de los pies, al igual que en el proyecto original de la Caridad y en Santa María la Blanca.

Ante la escasez de dinero de la fábrica de la Iglesia, la obra fue costeada a expensas del señor de Gelo, Luis Ramírez de Arellano, contribuyendo la Catedral con 1.000 reales.

Pues nada más, esperando que, dada la cercanía para muchos de ustedes, se pasen a visitarla, les dejo en esta sección.

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