sábado, 7 de enero de 2012

Fabula Regis: Escena 3


(Aparecen los personajes sentados en el salón, excepto Marylin. Carmen va sirviendo el té a todos los presentes)
ROGELIA: Bueno, Trevor ¿Cómo va su empresa? Si no me equivoco, usted trabaja en el sector textil, ¿No?
TREVOR: Pues la verdad es que, siendo sinceros, no va tan bien como esperaba. Estos proletarios, o como se llamen, sólo piden derechos y derechos y no quieren ningún deber. Con decirle que, en lo que llevamos de año, se han puesto en huelga tres veces... ¿Y cómo le va a Eufrasio?
ROGELIA: Bueno, digamos que está... como en la gloria.
TREVOR: Pero, ¿Dónde se encuentra su marido? Tengo muchas ganas de verle y de recordar viejos tiempos.
ROGELIA: Eh... creo que salió de viaje ayer, pero como este hombre no me cuenta ná... (Cambiando de tema) Bueno... ¿Y cómo se conocieron mi marido y usted?
TREVOR: Eso fue hace mucho tiempo en un local de... (Mira a Margaret)... en un bar de Londres, e hicimos una buena amistad. Así de simple.
ROGELIA: Ah, ya veo.
MARGARET: Rogelia, ¿Cómo va la situación aquí en España? Ya sé que la crisis afecta a todo el mundo, pero como España ha sido siempre un país tan...
ROGELIA: ¡Oy, miarma! Yo es que en esas cosas no estoy muy puesta. A mí me sacas de mis cosillas y...
PEPE: Si le parece oportuno, yo le contestaré, Margaret.
MARGARET: Por supuesto.
PEPE: Gracias a Dios, nosotros no la estamos notando mucho, ya que somos una familia bastante acomodada, pero lo cierto es que hay familias que lo están pasando realmente mal. Y la culpa de todo esto la tenemos gente como nosotros.
TREVOR: Perdona que discrepe contigo, yerno, pero las gentes de esas familias están para trabajar. No tienen cabida en una sociedad de mente como la nuestra, hijo.
PEPE: Su actitud me parece deplorable, suegro. Esa gente tiene familias, casas que pagar ¡Tiene que sobrevivir como usted o yo! ¿Es que no lo entiende?

(Trevor se sorprende de la reacción de Pepe, y se queda callado. El español se percata de ello) 

PEPE: Perdona. Creo que me he pasado.
MARGARET: Pues yo te apoyo, hijo mío. Deberíamos tratar mucho mejor a los obreros. No tienen por qué vivir tan mal.
TREVOR: (Mira a Margaret con mala cara) Cállate, mujer. Quién te ha dado vela en este entierro.
MARGARET: (A parte) Ojalá te mueras, cornudo.
TREVOR: ¿Qué decías?
MARGARET: Nada, querido.
ADELE: (Cambiando de tema e insinuándose a Pepe) Bueno, Pepe ¿Estudias algo?
PEPE: ¡Oh, sí! He estudiado Filología, aunque mi querido padre quiere que estudie algo relacionado con nuestra empresa para que en un futuro yo la pueda dirigir. (A Julie) Y tú, Julie ¿Estudias?

(Julie no contesta. Charles la mira, y responde por ella)

CHARLES: Disculpa, Pepe; es muy tímida. Ha estudiado Biología en Oxford.
PEPE: ¡Fascinante! Ya veo que eres una mujer muy preparada.
CHARLES: Por supuesto. Ha sido educada para eso.
PEPE: ¿Y tú, Charles? ¿Qué has estudiado?
CHARLES: Arqueología, aunque no soy muy de ciencias que digamos. Llegué hace dos meses de una excavación en el Yucatán. He vuelto únicamente para asistir al compromiso.
CARMEN: ¡Oh, Arqueología! ¡Qué carrera tan apasionante! Yo, como mujer Mendoza que soy, estoy destinada a ser un ama de casa.
ROGELIA: Ser ama de casa no es motivo de vergüenza, hija mía.
CARMEN: Ya, madre, pero a veces esta casa se me cae encima, y querría estudiar, como mi hermano, y conocer mundo. No estar atada aquí.
ROGELIA: (Tono fuerte) ¡En esta casa estudian los hombres! ¡Las mujeres, hilo y dedal! Si te gusta, bien, y si no, ahí tienes la puerta. Que estás muy malcriá pa la edad que tienes.

(Carmen agacha la cabeza. Mientras, Trevor comienza a comerse las uñas)

MARGARET: Oh, my God! Trevor, te he dicho muchas veces que no te comas las uñas. Es una costumbre muy fea y una falta de respeto hacia esta buena gente.
TREVOR: Disculpen. Es una manía que tengo desde pequeño. Pero vamos, no es algo que me pueda hacer daño. Peores son tus gritos, mujer.
CHARLES: Padre, no hable así a madre. Ella lo hace por su bien.
ROGELIA: Charles, perdona que me entrometa. ¿Tienes alguna chica en Londres?
CHARLES: Sí, aunque no en Londres, precisamente.
MARGARET: Rogelia, su novia es una indígena del Yucatán. No quiero pensar que se quieran... unir. Sería una total ofensa a nuestra familia, y su padre se lo ha dejado bien claro.
CHARLES: ¡Madre! No es el momento para hablar del tema. Además, ya lo hemos tratado muchas veces. Sobre todo con mi padre (mira a Trevor) 

(Trevor se levanta para irse) 

MARGARET: ¿Dónde vas, cariño?
TREVOR: No... no me encuentro muy bien. Discúlpenme.

(Trevor sale) 

MARYLIN: ¡Tenga cuidado con su culete!
MARGARET: Marylin, no seas tan mal hablada, por favor.
ROGELIA: Carmen, por favor, sirve a los señores un poco más de té.
CARMEN: (Coge la bandeja y la tira) ¡Se acabó! ¡Que acabe ya este teatro! ¡No te soporto más, madre! ¡Me voy! (Se levanta para irse) 
ROGELIA: (De pie) ¡No oses salir por esa puerta!

(Carmen sale. Rogelia se vuelve a sentar, muy alterada) 

MARGARET: Discúlpenme. Tengo que ir a... a ver a mi marido. Cuando le dan estos males... En fin, me retiro. (Sale)
MARYLIN: (Se levanta) Voy a ver cómo estan las almorranas... digo, el culo de... digo, mi señor. (Sale)
ROGELIA: Estoy muy avergonzada. Perdonen el mal comportamiento de mi hija. Entre ésta y la Manoli me van a quitar el poco pelo que tengo. Si no fuera por mi Pepe... (Lo mira sonriente) 
CHARLES: Y su marido, ¿No?
ROGELIA: (Sorprendida) Eh... sí claro. ¡Qué haría yo sin mi Eufrasio!
CHARLES: A ver si vuelve pronto de su viaje.
ROGELIA: A ver, hijo... a ver. Bueno, llamaré al servicio para que recojan esto. ¡Bernarda! ¡Eusebia!
CHARLES: Creo que será mejor que dejemos que los prometidos se vayan conociendo mejor.


(Rogelia, Adele y Charles salen. Se para el tiempo. Pepe se levanta, se va al centro de la escena y comienza a hablar) 

PEPE: Sólo me encontraba, día y noche, y nadie me amparaba. Intentaba rehuír de esta cruel realidad de mil formas posibles: el estudio, conocer mundo, escribir... Pero nada. Todo era en vano. Seguía sintiendo un amargo dolor dentro de mi ser que no podía calmar de ninguna forma. Y, sin embargo, como si de un rayo de luz se tratara, la he visto. Tan bella, tan hermosa, tan única... Julie. Manos de plata. Labios de ternura. Ojos de cristal. Alma de princesa en cuerpo encerrado. Como si de un cuento se tratase viene a parar a mis brazos. Siento un calor en mi cuerpo que no puedo remediar. Mi corazón se acelera, mi sangre empiza a arder y mi alma llega al más puro placer. ¿Será esto el amor? O por el contrario... ¿Será mi perdición? El destino será quien escriba la respuesta, pues nadie más la sabe. Nadie.


(Pepe se sienta y Julie se levanta, yéndose al centro de la escena y comenzando a hablar) 


JULIE: Qué mala suerte la mía al nacer en esta época. Qué mala suerte, Dios mío. Ojalá hubiera vivido en la Prehistoria, donde no había empresas ni países... y tampoco había compromisos. Donde las hembras escogían con qué macho reproducirse sin tener que pensar en el amor. Aunque ahora que lo pienso, tampoco lo mío es amor. Es obligación. Me obligan a casarme con un completo desconocido. ¿Qué sé de él? Nada. ¿Qué sabe él de mí? Menos aún. ¿Cómo puedo amar a una persona que no conozco? Es imposible. Necesito libertad. Necesito escoger por mí misma, y no que me señalen un hombre al que debo, no, al que tengo la obligación de amar. ¡Ya basta! ¡Maldita sociedad! ¡Maldita familia! ¡Maldita sangre que recorre mis venas! ¿Por qué, Dios mío? ¡Haz pasar de mí este cáliz de amargura! ¡Hazme libre! ¡Llévame contigo!


(Pepe y Julie salen, cada uno por su lado. Cae el telón)



4 comentarios:

  1. Estoy alucinada!! Qué pedazo de blog! A tí Julio no te conozco pero espero que Jose Ignacio se acuerde de su profe de inglés.
    Sí, soy yo, y también tengo un blog, os dejo mi dirección por si os apetece entrar:

    httP://closeyourtextbooks.blogspot.com

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  2. Muchas gracias, Ana. Encantado de leerte, y nos pasaremos por tu blog. Es más, lo pondremos de enlace.
    Un saludo.

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  3. Ana cuánto tiempo! ¿Cómo estás? Por supuesto que me acuerdo de ti. Ya visité hace un tiempo tu blog y me parece muy bueno,la verdad.
    Un beso.

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  4. Pues bien, yo también me acuerdo de tí, ¿todavía quieres estudiar filología inglesa? Espero que si es así te pases de vez en cuando por el blog, ya que espero te vendrá bien. De todas formas si alguna vez necesitas algo, ya sabes donde encontrarme.

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